En cuaresma se puede iniciar el hábito de una limentación saludable: IMSS
- En la cuaresma se pueden revisar hábitos alimenticios y de ser necesario modificarlos, con la finalidad de obtener gradualmente un peso corporal adecuado y por consecuencia un estado de salud óptimo
Reynosa, Tam.- Ante el inicio del periodo de la cuaresma, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reynosa, Tamaulipas, recomendó a la población derechohabiente revise hábitos alimenticios y aproveche ésta temporada para modificarlos, con la finalidad de obtener gradualmente un peso corporal adecuado y como consecuencia acceder a un estilo de vida saludable.
La titular de la jefatura de Nutrición y Dietética en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 15 del IMSS en esta ciudad, Dione Salazar Peña, explicó que para lograr este objetivo se recomienda primero acudir a los servicios de PrevenIMSS en las Unidades de Medicina Familiar (UMF), para hacerse un chequeo preventivo que permita detectar la condición de salud en qué se encuentran y así programar un régimen alimenticio y de actividad física acorde a los resultados.
De manera general, explicó la nutrióloga, lo que se recomienda es privilegiar un régimen alimenticio que contenga por lo menos tres raciones de frutas y tres de verduras, añadir una porción de leguminosas, como lentejas, garbanzos, habas o frijoles, así como de tres a cinco porciones de proteína animal.
“Y cada una debe equivaler a treinta gramos, es decir, se deben de consumir de noventa a ciento cincuenta gramos al día, y éstas serían de filete de pescado, pollo -sobre todo pechuga-, y/o de una taza de leche o quesos bajos en grasa”, detalló la especialista del IMSS.
En este sentido, mencionó que como en periodo de cuaresma se acostumbra el consumo de pescado, es un buen momento para iniciar un régimen alimenticio saludable, y que al mismo tiempo permita obtener el peso adecuado para cada persona, sin embargo advirtió “es muy importante tomar medidas de salubridad para su ingesta, y éstas van desde palpar su olor –agradable-, color y textura –firme-, conocer su procedencia, hasta el lavado y su adecuado cocimiento.”
Apuntó la nutrióloga del IMSS, que el pescado es tan versátil que puede prepararse de muchas maneras y combinarse con variados alimentos. Es además, la carne más recomendable para la dieta, por sus propiedades nutritivas, fácil digestión y efecto protector del corazón.
Se puede sazonar con ingredientes como laurel, menta, mostaza, ajo, nuez moscada, cebolla, orégano, chile, romero o azafrán, entre muchos otros condimentos.
La especialista agregó también, que la mayoría de los pescados son ricos en proteínas de magnífica calidad y su contenido de aminoácidos esenciales es igual al de la carne roja, con la particularidad de que es más digerible por tener menos tejidos conectivos, “la proteína del pescado se aprovecha para el crecimiento y formación de las células de los tejidos, además de que es rica en minerales.”
Así mismo, destacó que los camarones son una magnífica fuente de proteínas con casi nada de grasas, lo que se traduce en bajo contenido calórico y un elevado poder nutricional, que los convierten en un alimento ideal para quien está a régimen dietético; son una buena fuente de vitamina B3, satisface la necesidad de vitamina B12, ofrecen buena calidad de calcio, potasio, fósforo y cobre, pero destacan más en selenio y yodo.
Mientras que en el caso de los ostiones, precisó que éstos no son tan ricos en proteínas como la carne, pero la poca que contienen es tan alimenticia como cualquiera, con el beneficio adicional de que están desprovistos de grasas y tienen 30 por ciento menos colesterol, “los ostiones superan a las carnes rojas en contenido de vitamina B12, contienen un poco de vitamina C y mucho hierro, tanto o más que un filete de ternera o cuatro huevos de gallina.”
Finalmente, Dione Salazar expresó que un control adecuado en la alimentación, que incluya las porciones recomendadas al día, ofrece además de mantener un peso adecuado, un mejor control de las enfermedades crónico degenerativas como diabetes, hipertensión arterial, articulaciones, colesterol elevado, obstrucción arterial en el corazón y cerebro, así como varices y hemorroides.