AL VUELO/ Chairología
Por Pegaso
México está dividido en chairos y fifís.
El fifí no es difícil de identificar, porque él mismo asume su rol y se reconoce como tal.
Por el contrario, el chairo no sabe que es chairo. Es más, ni siquiera sabe que no sabe. Lo único que le importa es defender lo indefendible.
¿Y qué es lo indefendible?-pregúntome yo.
Lo indefendible es todo aquello que no cuenta con un sólido sustento argumental.
Por ejemplo, si al país se lo está llevando la chingada, dicen que estamos con madre, que vamos para adelante y que pronto estaremos al nivel de Suiza, Finlandia, Japón o Corea.
Que si se deja en libertad a un narco muy buscado, aseguran que es un acto heroico.
Yo me pregunto en este caso qué dirán las miles de víctimas de ese grupo delictivo a lo largo de los últimos diez años. Dudo mucho que califiquen su liberación como un acto de heroicidad.
Si usted piensa que no es un chairo, aquí le ofrezco un divertido test que lo ubicará en un rango dinámico que mide precisamente el grado de chairez de cada individuo.
Si contesta SÍ a todas las preguntas, usted se ubica en la cúspide de la cadena chairesca, si contesta nueve preguntas de manera positiva, está un grado por debajo y así, sucesivamente, hasta llegar al cero, cuando contestó NO a todas ellas.
1.- Usted es ama a ALMO.
2.- Usted cree que ALMO jamás se equivoca.
3.- Usted defiende a ALMO.
4.- Usted no se despega de la televisión cuando pasan las mañaneras.
5.- Usted odia a los fifís.
6.- Usted cree que ALMO es un héroe por soltar al Chapito.
7.- Usted cree que ALMO salvó miles de vidas al soltar al Chapito.
8.- Usted tiene un altar en su casa con la foto de ALMO.
9.- Usted es nini o viejito y recibe un apoyo del Gobierno Federal.
10.- Usted tiene un coeficiente intelectual menor de 50.
Amigo chairo. Si contestó SÍ a todas las preguntas, ¡Felicidades! Es usted la persona que necesita la 4T.
El mundo de los chairos es fascinante, y pienso elaborar un sesudo pero bien documentado estudio, desde el punto de vista de la Psiquiatría Clínica, sobre la conducta de esos 30 millones de individuos que aún hoy, con el país precipitándose al vacío, siguen creyendo en la mesiánica figura del Pejidente ALMO.
Este tratado de Chairología será, estoy seguro, un bestseller que todos leerán con fruición.
Nota de la Redacción: Nuestro colaborador sólo está bromeando con los amables y bonachones chairos. Hemos visto en la sala de su casa cómo tiene su propio altar de ALMO con velitas e incienso.
Va, pues, el refrán estilo Pegaso: “El defensor de ALMO no viene al mundo, se forma”. (El chairo no nace, se hace).