AL VUELO/ Amnesia
Por Pegaso
Oigan, ¿alguien de ustedes se acuerda de aquellas modas que hicieron furor hace apenas uno o dos años?
¿Alguien sabe quién es Rubí? ¿Y las Ladies de Polanco?¿Qué fue de los retos virales?
¿Nadie?
Bueno, resulta que después de mi vuelo vespertino me puse a revisar algunas de las colaboraciones que escribí durante el 2016 y el 2017, donde sobresalen temas como los que cité arriba.
Como muchas, muchísimas cosas que circulan en las redes sociales, en aquel tiempo las califiqué como modas estúpidas que no tenían ni siquiera razón de ser, pero que cumplían con un propósito: el de llenar el vacío que siente la gente ante el hastío de la vida diaria.
Las redes sociales son el medio idóneo para lanzar propuestas disparatadas que otros sujetos igual de dementes que nosotros pueden adoptar de mil amores, porque los hace parte de un ritual que los diferencía de la masa anodina.
Y entonces, ¿porqué provocó tal interés la quinceañera de Rubí?
Yo recuerdo que la primera vez que alguien me lo mencionó me quedé alelado, anonadado y patidifuso.
¿Qué diablos es eso de la quinceañera de Rubí? En las siguientes horas, días, semanas y meses lo supe, porque la quinceañera de Rubí estaba en todas partes: en la televisión, en las revistas de chismes y hasta en la política.
Teníamos también la moda de las ladies y lores, sujetos y sujetas que se dedicaban a hacer el redículo, alguien las grababa y los videos se subían a las redes sociales donde el efecto se potencializaba.
No quería hacerlo por no ofender a la inteligencia de mis dos o tres lectores, pero ahí les van las #ladies más famosas para refrescarnos la memoria:
-Lady Chicharrón: Una policía que se tomó una selfie en topless en horas de trabajo.
-Lady 100 Pesos: Ebria mujer, pionera en esto de las ladies, que en punto pedo trató de sobornar a varios policías con un billete de 100 pesos.
-Ladies de Polanco: Famosísimo trío de tres amigas que salían de un antro en Polanco, quienes agredieron e insultaron a unos oficiales de policía.
-Lady Empanadas: Una ñora que comercializaba empanadas en la calle se negó a vendérselas todas a un jovenazo, quesque porque después ya no iba a tener nada que vender.
Y ahora vamos con los más famosos retos virales:
-Tragar canela en polvo: El imprudente podría morir asfixiado.
-Charlie, Charlie: Se ponían dos lápices, uno encima del otro, con un cuadrante donde se escribían las palabras sí y no. Se hacía una pregunta y el supuesto espíritu de Charlie contestaba misteriosamente moviendo el lápiz de encima hacia la respuesta correcta.
-El reto del maniquí: Alguien se tomaba un video en posición de maniquí.
Sigo pensando que todas esas actividades son de lo más estúpido que puede generar la mente humana.
Lo bueno es que en este 2018 estamos libres de ladies, de Rubíes y de retos… o bueno, casi. Algunos de los retos que andan circulando, pero que ya casi no tienen repercusión porque la mayoría de los usuarios de las redes se dieron cuenta de su pendejez, son los siguientes:
-Encerrar a un gato en un círculo.
-Hacer una esfera perfecta de papel aluminio.
-Comer hielo frente a la cámara.
-Ponerse un gato de gorro.
-Tomarse foto como si fuera una pintura de Rembrandt.
-Estirar al gato.
-Lugares en los que cabe un gato.
Como ven, en este año los gatos son los protagonistas de nuestros mayores desatinos.
Termino con el refrán estilo Pegaso que dice: «Jamás se carece de un individuo con vestimenta deteriorada para otro cuya indumentarias está deshilada». (Nunca falta un roto para un descosido).