AL VUELO/ Cantinfleada III
Por Pegaso
Muy señores míos y muy señoras de ustedes, para no meternos en problemas, chatos. Y como les iba diciendo, aquí me tienen delante de ustedes, y ustedes delante de mí porque no puede ser de otra manera.
Y lo que yo les digo a todos ustedes es que no hay derecho, porque si por un lado somos pobres, por el otro también, y más vale que digan que somos un país desarrollado que se desenrrolla correitamente… Ahora que…, que lo que les estaba diciendo es que no hay que ser, hombre… que si necesitamos gasolina hay que comprarla en la gasolinera, que aunque está muy cara es mejor comprarla a que nos vean la cara de… penitentes.
Le decía ayer a mi changuita… pos mira, mi alma, cómo son las cosas… si el Presidente quiere acabar con la corruición pos hay que atorarle todos… como decía Chicaspeare «tu bi or no tu bi», y cómo no te voy a ver, chato, si todos los días apareces en la televisión.
Y ustedes se preguntarán: «¿Quién es este jovenazo de buena presencia y ojos pizpiretos que se dirige a todos nosotros con tan elocuentes palabras?¨»
Soy yo, un mexicano que está preocupado por la comunidá, porque hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos… ora que no hay que sospechar de nadie, pero desconfiar de todo, y esos ratones de cuello blanco, que lo deben tener más sucio que su conciencia se han enriquecido, a sus anchas, y también a sus angostas, porque no hay que ser discriminatorios.
¡Ahí está el detalle! Los que se roban la gasolina nos están dejando a pata… y yo fui ayer a una gasolinera donde había una colota bárbara, y me dije a mí mismo: Mí mismo, pues ni modo,tienes que ponerte hasta atrás, donde estaba un cuate así, todo entacuchado porque se le había quedado su patas de hule…no’mbre, y aluego se estaban peleando unos changuitos quesque porque uno se quería meter a la fila y que les digo: «Jovenazos, no estoy para que ustedes me digan ni yo para decírselos… hay que conjugar el verbo amar… yo amo, tú amas, nosotros amamos, ustedes aman… y ojalá que no fuera sólo conjugación sino una realidad realizable».
Como les iba diciendo, la primera obligación del ser humano es ser feliz, y lo que es bueno para uno también es bueno para otro… o todo lo contrario.
Ora que sí, como decía Don Napo: «El que parte y reparte le toca su Bonaparte». Y recuerden: Los momentos momentáneos pasan, y a luego los minutos y también los segundos… y de segundo en segundo agarra uno su segundo aire.
Ya después que cargué la gasofia me vine a reventar unos tacos pero, oiga usted, la cosa estuvo medio gacha porque… o actuamos como caballeros, o como lo que somos…
Hasta aquí me quedo en esta alocución porque luego me pico, y como dijo mi compadre Andrés Manuel, todas las ideas son ideítas o ideotas. ¡Y a s’s órdenes, jefeeee!