AL VUELO/ Lozcoya
Por Pegaso
“¡Lozcoya, a Almoloya!”
Esa es la nueva consigna que se escucha en todos los rincones del País.
Hay quienes se preguntan qué fue lo que se negoció para que el ex director de PE-MEX, Emilio Lozcoya haya accedido a ser extraditado.
Al parecer, fue a cambio de destapar la cloaca de corrupción que hubo durante el sexenio de Piña Nieto, situación que va a constituir una verdadera revolución, un sismo que cimbrará los cimientos del sistema político mexicano y que aportará muchos miles de votos más a la causa del Pejidente ALMO.
Hasta donde yo veo, fue un trueque, una operación de ganar-ganar entre los mandamases de Mexicalpan de las Tunas y Gringolandia: “Tú aportarme votos con tu influencia entre la mexican brownies y yo darte a Lozcoya para que tú subir de nuevo en las encuestas”.
Si pudiéramos meternos en la mente de Lozcoya, ¿qué pudiera decir?¿Qué cantidad de datos tendrá para meter a la cárcel no solo a su jefe político, sino hasta al último de sus colaboradores, incluyendo al ayudante de barrendero?
Lo que pudiera decir, cambiaría para siempre la forma de hacer política en este sufrido terruño.
Pero lo que dirá es muy diferente a lo que podría decir, de eso estoy bastante seguro. Dirá sólo lo que conviene al actual Gobierno Federal que se diga.
Recordemos que ALMO viene de las entrañas mismas del viejo, acartonado y esclerótico Sistema Político Mexicano. Poco a poco se fue metiendo en los resquicios del mismo hasta conocerlo mejor que a la palma de sus manos. Luego decidió que era mejor hacerlo por fuera, echando caca a todo lo que ayudó a construir, o como se dice comúnmente, “pateando el pesebre” o “mamando y dando topes”.
El mismo Pejidente tiene mucho que decir. Taimado como es, sólo extrae de su ronco pecho lo que cree que está de acuerdo con su proyecto político, basado en una doctrina de austeridad obligada, que es el primer paso para llegar a una dictadura, y finalmente decaer en una tiranía.
Otros personajes que tienen la llave para abrir la Caja de Pandora son, por supuesto, Charly Jalinas de Tortari, Mamuel Bartel Díaz, Ernesto Zepillo, Chente Fox, Felipillo Calderón, la maestra Elma Esther Gorpillo y la marrana mal parada de Carlos Romaro Peschamps.
¡Si saliera a la luz todo lo que estos malditos saben! Me imagino que hasta el mismo ALMO saldría embarrado, de alguna manera u otra.
Pero no van a soltar todo. Lozcoya va a decir lo que conviene que se diga. Nada más.
A pesar de todo, el Sistema Político Mexicano sigue siendo el Sistema Político Mexicano. No cambió, solo evolucionó. Tiene la capacidad de mutar, de camuflarse, de adecuarse a las condiciones políticas del momento.
Por eso, en alguna ocasión, se le calificó como la “dictadura perfecta”.
La simulación, más que la corrupción, es el talón de Aquiles de Mexicalpan de las Tunas.
Se simula que se va a combatir la corrupción, que habrá austeridad, que en el gobierno habrá pura gente decente, pero puertas adentro, sigue existiendo el mismo estiércol, la misma mugre.
Cuando me imagino a ALMO, viene a mi mente aquella imagen del ave que cruza el pantano y no se mancha. Pero a final de cuentas, sigue siendo pantano, y aquel blanco plumífero de ahí se alimenta y alimenta también a sus polluelos.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Mayormente prístino, ni el líquido incoloro, insípido e inodoro de fórmula química H2O”. (Más claro, ni el agua).