AL VUELO/ Realeza
Por Pegaso
¿Quihúbole? ¿No se los dije?
El rey de España nunca se rebajaría a contestar al tú por tú con un simple plebeyo, como es el Pejidente de México.
Allá, sentado en su bacinica real, leyó la carta del Peje donde lo llama «Su Majestad», y con una sonrisilla displicente, cerró el puño de la mano derecha y levantó el dedo cordial en dirección hacia el Palacio Nacional.
El diario Mileño publicó la respuesta de Felipón en su cuenta de Twitter que a la letra dice: «Estrictamente y hablando con sentido, la conquista fue llevada a cabo por el reino de Castilla, no por España (que aún no existía como tal) y los conquistadores (no los españoles) conquistaron a los Mexicas (Aztecas) no a los mexicanos, si los indígenas sufren en México de la actualidad no es por el recuerdo de la «conquista» sino por la indiferencia del gobierno mexicano desde su creación hasta la actualidad».
Otro hit de esta columneja fue señalar que el exabrupto de AMLO podría causar un incidente internacional, como se puede adivinar en el último renglón de la respuesta del monarca.
No hay que perder de vista todas las incidencias de este culebrón.
Mientras tanto, déjenme hacerle algunas precisiones al pinche rey, para que también cuide las palabras que salen de su ronco pecho.
Efectivamente, fue el reino de Castilla el que financió las expediciones de los conquistadores al mando de Cortés, pero también fue la familia real la que se benefició con todas las riquezas que se robaron del territorio que hoy es México y que por derecho, nos pertenecen a todos los que nacimos en él.
En segundo término, su familia, desde aquellos tiempos hasta hace medio segundo es asquerosamente rica como consecuencia de dicho saqueo, aunque antes no se llamaran españoles ni existiera España como país.
Si en estos momentos tuviera frente a mí a Felipón (por cierto, mide como dos metros el cabrón), le diría lo siguiente: «Mira, pinche Felipe, si a esas vamos los mexicanos no sólo deberíamos pedir que te disculparas, sino que nos regreses todo el oro, las joyas preciosas y objetos que tus antepasados se llevaron de estas tierras».
Y no es que defienda la postura del Peje, porque de eso ya pasaron muchos, muchos años, pero se abrió la polémica y ahí está lo que pienso, que no es prudente revivir cuestiones pretéritas que suenan más a necedades que a cuestiones importantes para el país.
Y hablando de nobleza, yo le mencionaría también que no sólo se llevaron riquezas, sino que los descendientes de Moctezuma también fueron llevados a la corte de España (bueno, de Castilla) para tenerlos cerca y que no pudieran encabezar una rebelión, como herederos legítimos al trono mexica.
En la actualidad viven en España, y algunos de ellos recibieron tiítulo de duque, marqués o conde. La mayoría conservan el apellido Moctezuma y son alrededor de 350 los descendientes de la rama del tlatoani mexica que, por creer hasta sus últimos minutos que los invasores eran dioses, ayudó a la conquista de México (bueno, de Tenochtitlan).
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: «En el momento en que el ave de rapiña estrigiforme emite sonidos guturales, el aborigen perece». (Cuando el tecolote canta el indio muere).